Cuando doblaban por la calle Mac Iver me escabullí por entre medio de unas barandas de seguridad y me puse a caminar al lado de unas personas que llevaban un lienzo de la USACH. Allí me sentí segura aunque no conocía a nadie. Todo estaba tranquilo y al mismo tiempo alegre. A mi alrededor casi todos eran más jóvenes que yo; universitarios y escolares que cantaban o gritaban sus versos. Muchos sólo miraban o tomaban fotos, iban solos como yo... otros, también solos y de mucha mas edad levantaban pancartas hechas por ellos mismos sin decir palabra. Fue una experiencia muy interesante. Caminé con ellos durante una hora y cuando llegamos al final de esa calle yo me separé para volver a casa. Unos 5 minutos después comenzaron los problemas. Camiones verdes gigantes llegaron al lugar, pero yo ya no estaba allí para presenciar el caos....
